Prisioneros en Tergain
por Guillermo Belziti
por Guillermo Belziti
Zyar escoge a tres de sus canus para comprobar el cargamento, no sin antes poner ante tus narices un enorme cofre repleto de esmeraldas, zafiros y rubíes. Después de todo parece que estos mineros no eran tan pobres. Seguramente se las ingeniaron para ocultar parte de la producción y favorecer, de este modo, los medios para la causa. ¡Y tú eres el hombre afortunado que se quedará con este suculento botín! Estas joyas deben valer no menos de 500.000 créditos si se las comercializan en el lugar adecuado. |